El cable de datos posee diferentes usos (establecer comunicaciones físicas en redes, interconectar teléfonos analógicos o IP con centros de comunicación...). La composición del cable de datos se basa en la inserción de varios conductores (de cobre o aluminio cobreado), aislando cada conductor mediante una capa de polietileno coloreado que permite su diferenciación y evita su posible oxidación. Estos conductores, se trenzan par a par, para mejorar la integridad de todo el conjunto frente a posibles interferencias electromagnéticas. La cubierta exterior, define la protección del cable en los diferentes entornos.