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Este mes de marzo queda marcado como el segundo aniversario de la explosión global de la pandemia COVID-19, que dio comienzo a un largo periodo de pérdidas humanas, económicas y sociales como nunca habíamos experimentado en varias generaciones. Sin embargo, parece vislumbrarse la luz al final del túnel. Las autoridades sanitarias por primera vez empiezan a hablar de sostenidas reducciones de incidencias de contagios, cada vez con menores complicaciones sintomáticas, lo que empieza a aliviar la carga en servicios sanitarios.

Parece que es hora de levantar la cabeza y mirar al futuro. Pero, ¿y en nuestro sector? ¿Qué depara el futuro de las infraestructuras de comunicaciones en edificios y hogares?

Las redes de distribución de servicios de comunicación, información y ocio en los edificios y hogares han tenido cuatro grandes revoluciones a lo largo de la historia:

La primera revolución podemos centrarla con la llegada de la telefonía fija. Era la década de 1920 cuando se establecían los accesos de par de cobre a los hogares. El teléfono cambió sin duda la manera de comunicarnos y eran las primeras actuaciones de cableado interior.

La segunda revolución llegaría con la llegada de la televisión, que se vería ampliada en la década de los 80 con el satélite. El importante despliegue de cableado coaxial y equipamiento necesario para telefonía, TV analógica y satélite, dio pie a la estandarización de la red interior, que en el caso de España se formalizó en 1998 con el primer reglamento de ICT (R. D.-Ley 1/1998).

Tenemos que entrar de lleno en el siglo XXI para contemplar la tercera revolución. La llegada del acceso de banda ancha para dar servicio de internet a nuestros hogares. Significaba la incorporación de una red adicional, que obligó a una revisión profunda de la ICT para incluir a los Operadores y Proveedores de Servicio (ISP).

Estamos viendo la luz al final del túnel de la pandemia y el sector de las infraestructuras de telecomunicaciones tiene incentivos para mirar al futuro

Los contenidos audiovisuales requerían unas tasas de velocidad que se veían comprometidas con las capacidades del cable coaxial. La cuarta revolución significaba un nuevo medio de transporte. Llegaba la fibra óptica, y con ello una nueva forma de distribuir los servicios de telecomunicaciones, que llevó a la publicación en España de la ICT-2.

¿Podemos estar ante el umbral de la quinta revolución?

El edificio debe dar un paso más, es posible pensar que además de conexión y distribución, pueda desarrollarse el concepto de edificio inteligente, con beneficios que están en la idea de base del Internet of Things (IoT), que permitiría implantar una inteligencia distribuida para todos los objetos y personas. La quinta revolución, pues, podría ser la llegada de la sensorización y conectorización inteligente de los edificios, con un protagonismo en los datos que recaba, gestiona y comunica, convirtiéndolo en un elemento sostenible y conectado, clave en el desarrollo de la sociedad. Europa está generando sinergias para financiar las rehabilitaciones necesarias a través de fondos NextGen, como el proyecto del Edificio Único en España.

Las comunicaciones siguen evolucionando, y el sector siempre tendrá motivos para crecer y transformarse. Y allí seguirá Televés, siempre al lado de la tecnología y de las empresas instaladoras e integradoras de servicios de comunicaciones en edificios y hogares.

Se cumple un año desde el lanzamiento de la nueva área de cableado estructurado DataCom, donde Televés ha aprovechado su experiencia en el campo de la tecnología de redes, para proporcionar un soporte aún más amplio a los instaladores e integradores de sistemas, con soluciones completas para infraestructuras de telecomunicaciones de alto rendimiento en los sectores residencial, empresarial y hospitality.

El pistoletazo de salida se confirmó con la creación de la microsite específica en 9 idiomas, combinada con una ambiciosa campaña ‘Descubre DataCom’, con una primera fase centrada en intercambiar contenido didactico con el público por familias, mediante comunicados, webinars y promos, y una segunda fase cuyo objetivo era responder a las preguntas más frecuentes de nuestros clientes, así como ofrecer algunos consejos y vídeos.

El recorrido de DataCom durante 2021 viene marcado por la complejidad en los suministros y consumos, pero gracias a la digitalización de la empresa y su músculo financiero se ha podido ejecutar una coherente planificación de material. Aun así, algunos retrasos nos obligaron a posponer lanzamientos. Han sido unos meses de un esfuerzo extra para mantener el nivel de suministro.

Las previsiones para este segundo año de actividad son buenas. Los clientes empiezan a vernos como un proveedor integral de telecomunicaciones. Este será el año del cableado estructurado como racks y accesorios, además de nuevas soluciones multimodo (OM3/OM4) y monomodo de fibra. También se espera ganar mayor cuota en par de cobre (Cat6 y Cat6A).

Para ello seguiremos con nuestra filosofía de profesionalidad y cercanía, luchando por seguir avanzando con paso firme gracias al apoyo y fidelidad de nuestros clientes DataCom.